A todas mis estrellas

Cuando empecé a cortar estrellas
mis ojos se cegaron...
No puede distinguir,
cuantas había contado.
Iluminaron mi tiempo
mientras estuvieron encendidas...
Paseando por mi mente
nunca resultaron extrañas,
al contrario, 
se me hicieron presentes,
cuando más necesité su guía.
Y si algún día se apagó alguna
seguro lo hizo sin querer.
Las estrellas que yo tengo
iluminan en noche fría
todo lo que no debo temer.
Por si nunca hay tormenta
y no las puedo ver,
imagino su luz,
que en pequeña compañía
puede,
resplandecer.
Cuidaré de mis estrellas,
para que nunca pierdan brillo
alimentándolas cada noche
y llenándolas de cariño.
Pero si algún día,
alguna decide abandonar mi cielo
sólo quiero que sepa
que siempre la esperaré
sentada a ras del suelo.
A todas mis estrellas
no lo dudeis,
os quiero.

Entre cajas vacías

Mis recuerdos se amontonan 

en tus cajas vacías.

Nunca pusimos nombre ni fechas,

a nuestras dulces salidas.

Las lavé y planché

un millón de veces

almidonadas con deseo,

con la intención de conservarlas

el máximo de tiempo.

Guardando como reliquias

todos los momentos,

sólo conseguí

morir, un poco con ellos.
Un día te dije,
que llegué tarde para olvidarte.

Y aunque pienses que estoy loca,
creo,

me gusta recordarte.

Es difícil olvidar, lo que el amor,

es capaz de darte.

Y sigo pensando en ello,

pues el sentimiento no sabe de tiempo.

Y nunca sabrá,
pues ahora, 
sólo me queda tu recuerdo.

Alas de ángel

En delicadeza extrema,
dibujada en suspiro,
aletea mi alma
siempre en vilo.
Pensando en si me quieres
o me transformas en deseo,
quizá sea ésta la norma,
que nos deje entrar en el cielo.
¿Y si una vez probado el manjar,
dejamos a la mente imaginar?
Sensación del que siente
que nunca puede perder,
cuando es su el corazón
el que te empieza a querer.
Valiente se transforma
en guerrero persuasivo,
luchando a toda costa,
contra aquello, 
que todavía no está escrito.
Siempre se busca condición
para no perder la acción
que nos llena de pasión.
Nadie comparte
lo que se cree un arte.
Volar en tu cuerpo,
para mí,
siempre es amarte.

Contigo, a ojos cerrados voy

Sabes que, contigo,
a ojos cerrados voy.
La desconfianza,
no entra en mis planes.
Simplemente, me guía mi instinto,
que marca el latir de mi corazón,
pendiente del hilo 
que enlaza con tu vida, 
amor mío.
Nada significa tanto,
como perder el miedo a quererte.
Pues cada ola nace de un río
y tenerte, un privilegio
que alimenta todos mis sentidos.
Y no sé que más decirte,
si cuando me tienes en tus brazos
tu calor me derrite...
Sabes que, contigo,
a ojos cerrados voy
y no miento,
pues mi boca se llena de tu nombre
si alguna vez,
dudé de lo que siento.
Cuando me veas recuerda esto:
mi valor es el puñal
que se muere por tus besos.

El tiempo siempre, era nuestro

Y a ese viaje que a tu cuerpo inicié
en luna menguante,
creció con el deseo 
de luna llena en el cielo.
Con promesas y palabras
me llenaste de besos.
Recuerdo si miro atrás,
que no hace de esto
tanto tiempo.
Planeábamos primaveras
cuando todavía era invierno,
pero el calor de nuestros cuerpos,
se fundía en verano eterno.
Nadie tenía problemas.
El tiempo siempre, era nuestro.
Mas nunca nada es perpetuo
y la luna volvió a menguar
en nuestro estrellado cielo.
Esperando quizás,
tenerte de nuevo,
confiaré en volver a viajar
donde jamás olvidaré
empezaron todos mis sueños.