lunes, 7 de febrero de 2011

Recordar es un tormento

Quiero que seas mi día
pues mi noche, ya no te olvida.
No logro conciliar el sueño,
que me permita descansar
y salir de airoso dueño 
que me deje olvidar
que tú nunca fuiste mía,
como yo quise imaginar.
Sólo de ver tus ojos,
me pierdo en el recuerdo
que mi mente ha creado.
Cruel es el castigo 
de enfrentarme a mi mismo
sin tenerte aquí a mi lado.
Y no sé que más decirte,
pues me sobran las palabras
y me faltan los hechos.
Aquellos que me atormentan
por no haber retenido,
lo que pensé en propiedad
y sólo fue un espejismo
de mi cruda realidad.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario