pero déjame soñar despierta
con aquello que viste
de amor mi amargura.
Lo que se pinta de rosa palo
aunque tu lo veas negro,
pues la ilusión sólo tiene un color,
el que disfraza la pasión
que por ti yo tengo.
No quiero que escuches
ya más mis lamentos.
Me iré por donde vine,
como siempre en silencio.
Días de un ayer escrito
en un paréntesis de tiempo,
que yo no quiero olvidar
aunque tu,
ya lo hayas hecho.
El cordel que a ti me ataba
se rompió de repente
y el cabo que dejo suelto
me dejó huérfana,
de corazón y mente.
Pero no te preocupes
aunque mis lágrimas resbalen
yo seré fuerte
para no decirte otra vez,
que mi amor nació del hambre
y de la sed de quererte.