domingo, 19 de junio de 2011

Cuando quieras que te quiera

Recuerda mis palabras
cuando olvides las tuyas
porque fuiste tú,
quien me las enseñaste.
Quien marcaste las pausas
y los momentos.
Los delirios
y nuestros besos.
Con tus labios me dijiste
cuando quieras que te quiera...
Y yo me creí el cuento.
Ahora, ya no soy,
la princesa de tus sueños.
No me importa.
Yo ya no pienso en ello.
Pero deja que te recuerde
a que huele mi cuerpo.
A la lluvia de primavera.
A la sonrisa pícara del deseo.
A dulce de leche y caramelo.
A lo que compartimos
y nunca tendrá precio.
No hace falta que siga.
Sabes que no miento.
No me hace falta explicar
lo que recorrió tu aliento.
Cuando quieras que te quiera,
quizá esté en brazos de otro.
Tranquilo,
mi precio,
nunca fue mi peso en oro.
Sabes que soy lo que siento.











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