sábado, 6 de agosto de 2011

Justo antes de que se cierren mis ojos

Cuando cruzo el cielo de mis sueños
justo antes de que se cierren mis ojos
pienso,
que he tenido suerte en esta vida
por conocerte.
O amarte,
o quererte.
Las formas del querer
se distorsionan simplemente
dependiendo del grado y la persona 
a quien se quiere.
La eternidad no es la meta
pues nuestro amor siempre es cambiante.
Los hijos tienen un grado
que no se comparte con el amante.
El corazón es una parte
donde todo el mundo cabe,
si se le deja que entre.
El amor es una cuerda
que no tiene nunca final
y se apaga cuando uno muere.
Cuando el corazón deja de latir
deja paso a otro nivel
donde el cuerpo 
solo era lo que guardaba nuestro tesoro,
más puro y fiel.
Cuando cruzo el cielo de mis sueños
justo antes de que se cierren mis ojos
pienso...


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